Pero, a cada intento, te humillas y el rechazo se confirma. Empero no me dio tiempo. Sufre cuanto quieras, pero no hieras tu amor propio: no te regales. Algunos dicen que no, que nada bueno surge de herir a otros, aunque sea en nombre del amor. No es la gran solución, empero ayuda y alivia. Amor terrestre, que vuela bajito, empero vuela. No hay mal que dure años ni cuerpo que lo aguante.
No hay mayor riqueza que el legado que a fuerza de los años iremos construyendo. Mi amor, estos son los deseos y regalos que desde mi interior naturalmente pondré en tus manos velando siempre por tu alegría y plenitud. Entre los deseos y regalos que pienso obsequiarte se encuentra la ilusión y la esperanza. Aquellas que me acompañan desde el momento en que ese test anunciaba la llegada del amor de mi vida. Hoy ofrezco la esperanza para tu mejor mañana, y la ilusión de disfrutar cada día de la vida juntos. Te regalo, la ilusión de aprender todo aquello que tanta curiosidad te causa en este mundo loco que nos rodea. Te doy mi pasión por disfrutar de cada avance y aprendizaje tuyo.
Es verdad, hemos marketineado de todo. Marketing de pañuelos verdes, pañuelos celestes. Sin duda, el oficio del marketing es disfrutable: haciendo campañas pero también analizando estrategias de precio, o pensando variantes logísticas, o planificando medios. Marketing, creatividad, futuro, crecimiento, desafíos, emprendimientos, seducción, persuasión. Transformamos objetos, servicios y experiencias en algo deseable. Pero, tal vez esté comenzando a gestarse una nueva etapa. Una etapa en donde estemos dispuestos a escuchar honesta y profundamente las críticas que se le hacen al marketing desde otras disciplinas. Y en vez de defendernos, nos dispongamos a reflexionar con detenimiento y voluntad de cambiar todo lo que haga falta.
En realidad, se trata de una pregunta muy personal. También depende de tu historial amoroso previo. A lo mejor eres una persona que solo ha tenido aventuras casuales y puntuales, que no sabe lo que significa tener una pareja formal, o bien todo lo contrario: si siempre has estado unido a una persona en una larga temporada, es posible que el mundo de las citas te quede un poco lejos o no estés familiarizado con él. Pero también otros modos de estar en pareja, como son las relaciones abiertas o incluso el poliamor, el cual niega esa dualidad y la abre a muchas otras personas. Sin irnos demasiado del tema, son muchos los que creen que solo empiezas a superar una ruptura amorosa cuando por fin conoces a otra persona especial. Muchas terapeutas de pareja, como la estadounidense Monique Kelley, tiene la teoría muy extendida de que para aprender a valorar una historia de amor significativa con alguien necesitas un tiempo de soledad después de haber cortado con una relación larga. Por ello, la psicóloga recomienda tomarse un tiempo para conocerse a uno mismo y obtener la fuerza y la validación propia del interior, en vez de buscarla desesperadamente en otra o varias personas. Seguramente te haya pasado si alguna vez escogiste el camino solitario. Si acabas de romper con tu pareja y crees que has desperdiciado mucho tiempo y sufrimiento con ella y necesitas recibir nuevos aires y conocer a nuevas personas, adelante.
